LA BOHEMIA.

DO NOT DREAM

Mirar hacia delante, con una sensación tan familiar para unos como indescriptible para otros, parecida a una sutil montaña rusa que te hace dudar en cada tramo, lo excitante es no saber que giro viene a continuación y tú estomago esta en continua tensión, esperando lo inesperado.

Al igual que en el Amor y en los deportes de riesgo, tener la casi “certeza absoluta” de que conoces el final del viaje, pero ese uno por ciento de duda es lo que te mantiene en vilo, despierto, ágil y expectante hasta que, desafortunadamente,  lo inhóspito y extraordinario se transforma, mágica y lentamente, en una zona de confort a la que aborrecer y culpar de nuestro letargo.

De qué otra cosa puedo estar hablando, si no de la misma vida?, de un vaivén de sentimientos más poderosos que cualquiera de nuestros miedos y frustraciones, de una aventura que solo es aventura si nos salimos del molde y nos permitimos empezar de nuevo, una y otra vez, hasta que la muerte nos lo impida. En realidad, empiezo a pensar que fuimos diseñados para el cambio constante y arbitrario como única forma de vida sostenible y disfrutable, donde el gozo se basa en la consecución de detalles básicos para la existencia, más que en la ostentosa ociosidad del acumulamiento progresivo por defecto.

Lo bonito de todo este asunto, y tanto más curioso, es lo fácil que resulta para un ser humano el empezar una vida de constante aprendizaje y aventura, de cambio y esfuerzo recompensado, de visión y conocimiento…tan solo toma el esfuerzo de dar un primer paso, y lo demás te lo trae la vida y el instinto de supervivencia …..En cambio, cuan duro e inhóspito se antoja el dramático esfuerzo de una vida sedentaria y empequeñecida, trágicamente encadenada a la maquinaria de ordeño, en la cual se nos atrofia voluntariamente la razón en pos de la despiadada actitud de aceptación del mal necesario, tiramos valores y actitudes por la borda, o las tiran por nosotros más bien, que como ya sabemos: el que calla otorga, y  ojos que no ven….

Temas sin conclusión aparente, como este que me ocupa, son de naturaleza extraña, que solo el que lo experimenta lo puede corroborar e interesarse por estas palabras…y el que no lo ha hecho, simplemente llega a aborrecer las idílicas patrañas de los trotamundos desaliñados, y prefiere un buen painkiller a base de estupidez vulgar y cotidiana, de miedo intransigente que los proteja y aleje de descubrirse como masas de carne y hueso inútil y sin propósito existente, e incurrir con descaro en negligencia para con la única razón de existir, como es la evolución y transmisión del conocimiento en toda su amplitud y armonía.

Sed valientes, sed humanos, y si no podéis liaros la manta a la cabeza y empezar a vivir de verdad, por lo menos usad y ejercitad la imaginación, la transigencia y la humildad.

Autor: biwareman

Abro los ojos, veo a la gente.

Dime lo que se te pasa por la cabeza....